“Es tiempo de incorporar a la Universidad, los valores de la honestidad, el respeto, así como los principios que rigen el servicio público, de legalidad, objetividad, profesionalismo, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia, eficacia, equidad, transparencia, economía, integridad, competencia por merito y paridad de género. El Órgano Interno de Control asume la responsabilidad que le impone la constitución y la ley, para implementar las acciones que la normatividad universitaria le concede; y a la vez que exhorta a los servidores públicos universitarios a ser custodios de los principios, normas y valores previstos en el código de ética aprobado por el Consejo General Universitario y promulgado en la gaceta universitaria.”